martes, 21 de enero de 2014

LOS PRIMEROS HISTORIADORES II.



La Loba Capitolina.

Como decíamos en la primera parte de esta entrada "los sabios" de la Antigua
Roma recibieron gran influencia de los historiadores griegos Polibio y
Plutarco consecuencia de la fuerte helenización que vivió Roma a partir del s.
II antes de la era cristiana.

Anterior a esa fecha no existían en Roma historiadores entendidos como
tal, sino unos "analistas" que relataban el pasado escribiendo en griego,
mezclando fábula y mito con la realidad conocida, dando así un carácter
aristocrático y nacionalista a la Historia de la Antigua Roma.
La obra de Catón, uno de los personajes más polémicos de la República
Romana, y parece ser que bastante longevo (234 a 149 a JC), cambió
radicalmente el estudio histórico romano. Por de pronto, fue el primero en
escribir en latín, lengua que, hasta entonces, se consideraba vulgar entre
las élites culturales romanas. Ocupó varios cargos destacados en el Senado
romano, el más conocido el de censor. De ahí el sobrenombre de “Catón El
Censor”. Promovió la III Guerra Púnica alentando al ejército romano desde
las tribunas con aquella famosa frase "Carthago delenda est". Su defensa de
la esencia de Roma le convirtió, en contra del helenismo imperante, en el
paradigma del perfecto romano. Así sus 7 tomos de la obra "Orígenes" se
convierten en una obra adelantada a su tiempo. Con Catón la historiografía
romana adquiere un cariz fundamentalmente moralizante tanto en aspectos
civiles como religiosos.


Catón "El Censor"
Ligada al devenir político de Roma, la historiografía romana se convertirá
también en apología de toda la grandeza de Roma tanto durante la República
como en el Imperio.


Julio Cesar

Pero tuvo que llegar a Julio Cesar para que, salvando la excepción de Catón,
la percepción de la historia romana cambiara entre quienes la narraban.
Julio Cesar s. I a JC fue el historiador de su propia historia. A través de dos
textos considerados como obras maestras de la literatura latina;
El primero, “De Bello Gallico”. Seguro que más de un@ lo habréis
 traducido en épocas no muy lejanas y que todos conocemos como "La Guerra de las Galias".
Escrita en 3ª persona, cosa rara cuando se habla de uno mismo, Julio Cesar
narra los 8 años de Conquista de las Galias (58 al 50 a JC), batallas, intrigas,
acotaciones geográficas, personajes.....Vercingetorix quizás el enemigo más
conocido y más tenaz. En esta ocasión, y a pesar de la popularidad adquirida
en el comic, prescindimos de Asterix y Obelix si bien podrían representar,como así han hecho durante años,
 Asterix y Obelix.Foto Cristian Clavier y Claude Zoli.

 a los bravos galos enemigos de las legiones romanas.

El segundo, “De Bello Civile”, "La guerra civil"....sobre la Guerra civil 
entre Julio Cesar y Pompeyo obra que finaliza con la muerte de Pompeyo y
el encuentro entre Julio Cesar y Cleopatra. 



Cesar y Pompeio en Siena. Palazzo Pubblico

¿Quién no ha dicho alguna vez aquello de "La suerte
está echada" en latín “Allea iacta est “, frase pronunciada por Julio Cesar
cuando iba a cruzar el Rubicón para llegar a Roma?
Para escribir ambas obras utilizo sus propias notas y experiencias y los
informes de su estado mayor.
No cabe duda que la intención era ensalzar al máximo su persona y proclamar
a los cuatro vientos sus hazañas militares en busca de mayor gloria, utilizando
no solo la historia sino la literatura para alcanzar su objetivo político.

Salustio fue considerado como el mayor historiador latino.
Personaje de dudosa catadura moral y dedicado a la política, sus relatos sobre
“La Conjuración de Catilina” y la “Guerra de Yugurta” son un referente
en la Historia de Roma si bien carecen de toda objetividad.
La Conjura de Catilina. Caesare Maccari.





A modo de anécdota contar que Salustio estaba casado con Terencia, ex
mujer de Cicerón, autor de “Las Catalinarias”. Son lo discursos que 
pronuncio en el Senado, tras el descubrimiento y abortamiento del golpe de estado urdido
por el senador Catilina. Este episodio fue narrado por Salustio en su primera obra.
La narración sobre la Guerra de Yugurta es un compendio de información
que recopiló en su estancia en Numidia como gobernador.
A pesar de errores cronológicos, Salustio da mayor importancia a las
cuestiones políticas que a las militares que descuida notablemente.
Sin embargo el enfoque político es muy realista señalando las cualidades y
defectos de la política romana y como la Republica está agotándose para dar
entrada al Imperio Romano.
Durante el Imperio destacaron Tito Livio y Suetonio .

Tito Livio en el siglo I fue el gran defensor del emperador Augusto de quién
era amigo personal. Nacido en Padua, su mayor obra es “Historia de Roma”
dónde por primera vez aparecen características de novela histórica al imaginar
Tito Livio
cómo sería el mundo si Alejandro Magno hubiera decidido llevar su conquista
hacia el Oeste en lugar de enfrentarse al Imperio Persa. La Historia de Roma
abarca desde la fundación de Roma hasta la muerte a finales del siglo I de
Druso, hermano de Tiberio, futuro sucesor de Augusto y, por tanto, también
hijastro del Emperador. Los capítulos más interesantes son los referidos a la
2ª Guerra Púnica y a las conquistas de las Galias, Grecia, Macedonia y Asia
Menor.
Su amistad con el Emperador Augusto, quien fue también su mecenas, hizo
que su obra se convirtiera en vehículo para legitimar el poder de Augusto.


Suetonio fue secretario de Adriano. Su puesto le permitía el acceso a importantes fuentes documentales pero
 este abuso de confianza le hizoperder el favor del emperador y
 fue expulsado de la corte.


Suetonio'. Chronica Narbonensis 

 Basándose en estos documentos escribió su obra más famosa “La Vida de los
 Doce Cesares” desde Augusto a Domiciano, pero iniciando la obra con un
 capítulo dedicado a Julio Cesar. ¿Quién no recuerda la frase “Ave Cesar, 
morituri te salutant”…?
Gracias a Suetonio ha llegado hasta nuestros días.
La Vida de los Doce Cesares se escribió a modo de biografía y gracias
a la fluidez de los textos y su forma narrativa tuvo una gran influencia y
popularidad en la Edad Media. Como ejemplo la biografía de Carlomagno
escrita por Eginardo. La influencia de esta obra se evidencia también en el
Julio Cesar de Shakespeare y en, la mucho más próxima, Yo Claudio de Robert
Graves que bebió de las fuentes clásicas para hacer un magnifico retrato de
quien fuera un éxito literario y televisivo, el sorprendente Emperador Claudio.

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